martes, 18 de abril de 2017

¡Agua de Lluvia!

Vivimos en un mundo donde el 70% de la superficie de la tierra es agua y tan solo el 30% es tierra firme. ¿Te imaginas la dimensión de esas cantidades? La disponibilidad de agua promedio anual es de 97.5% como agua salada y sólo el 2.5%, es decir 35 billones de hm3, es agua dulce, de esta cantidad casi el 70% no está disponible para consumo humano porque se encuentra en glaciares, nieve y hielo. Estadísticos como los que te mencionamos anteriormente escuchas y lees en cualquier apartado informativo, pero, realmente, ¿cuantas veces logramos concientizar a cerca de este caso muy preocupante para toda la humanidad?
Alguna vez haz llegado a pensar, si las cantidades de agua son muy pequeñas y habiendo personas tan inconscientes que hacen nada por el cuidado de este primer recurso que es el agua, ¿Por qué no utilizar el agua de lluvia y darle un provecho mayor al que solo brincar charcos en las calles?
¡Claro! Se puede. Reciclar el agua de lluvia es una idea bastante elocuente y gratificante cuando se desea mejorar el medio ambiente y contribuir con un mejor futuro ambiental. Generalmente la distribución de agua en los países funciona a través de la recolecta del agua de lluvia. La mayoría de los países tienen embalses, los cuales dependen del agua de lluvia para distribuirle agua corriente a la sociedad. El consumo promedio de agua en una casa se aproxima a 150 litros diarios incluyendo las actividades cotidianas dentro del hogar (ducharse, lavar los platos y la ropa, etc.).
Una de las formas más comunes de reciclar el agua de lluvia es agregar cubetas o envases preferiblemente cerrados que permitan el ingreso del agua de lluvia para después ser usada. Lo ideal es que esta agua sea tratada con AquaSafe, por ejemplo, para potabilizar el agua, pero todo dependerá del uso que le queramos dar. Por ejemplo, si es para lavar ropa o limpiar la misma, no necesitará de mantenimiento para su efectividad.
En cambio, cuando la usamos para bañarnos o cocinar sí se debería buscar una manera de purificar el agua, pues el agua de lluvia no es totalmente apta para el consumo humano sin previo tratamiento, y por tanto al ingerirla podría traernos enfermedades.
Ahora ya lo sabes, no es necesario gastar tanto dinero para preservar el ambiente, utilicemos lo que la naturaleza nos da y aprendamos y reutilizar.






miércoles, 12 de abril de 2017

¡Apoyemos Desde Las Escuelas!

Es de suma importancia enseñar a nuestros pequeños el cuidado del ambiente desde nuestro hogar, pero ¿Por qué no hacerlo desde los colegios? Aunque las escuelas sean un medio de educación para los niños no cargan con toda la responsabilidad, sin embargo sería útil remarcar en las escuelas o colegios las enseñanzas de casa de cómo cuidar nuestro medio ambiente.
Los centros educativos que piensan en el medio ambiente se vuelven más sostenibles y reducen su gasto, a la vez que los alumnos adquieren unos valores ecológicos. La mejora de la gestión de materiales, el reciclaje de los residuos o la asunción de hábitos de consumo ecológico que eviten el derroche de la energía, el agua o los alimentos son una inversión con la que todos ganan. Este artículo ofrece siete consejos para mejorar el medio ambiente en los centros escolares.
Algunos tips son:
v  Cultivar un huerto urbano
Los huertos escolares transmiten valores educativos y ambientales a los estudiantes y, de paso, producen alimentos sanos. Cada vez más colegios y escuelas se animan a poner en marcha uno.
v  Utilizar material escolar ecológico
Las principales marcas comerciales de material escolar ofrecen cada vez más productos "ecológicos" o con la sostenibilidad interiorizada en su proceso: papel o lápices de madera certificada con el sello FSC, bolígrafos con materiales reciclados o recargables, acuarelas con materiales naturales, etc. En cualquier caso, una forma sostenible de usar el material escolar es aprovechándole al máximo y no dejarse llevar por modas para cambiarlo sin necesidad.
v  Consumir alimentos ecológicos y locales
El centro escolar puede incluir en su comedor alimentos ecológicos, si no en su totalidad, al menos en parte, así como productos locales y de temporada. De esta manera se propicia una alimentación más respetuosa con el medio ambiente y más cercana a los consumidores. Los progenitores pueden hacer lo mismo cuando llevan a sus hijos la merienda.
Como padre de familia eres protagonista en las decisiones tomadas dentro del colegio de tus hijos, toma la iniciativa y propone estos puntos y hazles ver el beneficio hacia la educación de todos los niños y del ambiente. ¡Ponte las pilas y propone!






¡Hogares Verdes!

Aunque la práctica del desarrollo de estas “casas verdes” no es top entre constructores y arquitectos además de que las familias tampoco están tan relacionadas con esta temática de “construcción sostenible” poco poco van ganando un lugar destacado dentro de las opciones más sustentables que existirán.
Según muchos especialistas, para 2030, todas las viviendas empleadas por el hombre serán eficientes ambientalmente hablando en cuanto al consumo de energía. Al mencionar casa sustentable, muchos tienen la errónea idea de que se trata de poner colectores solares o de ubicar convenientemente la vivienda para favorecer la entrada de luz natural, sin embargo, la arquitectura sostenible implica mucho más que eso.
Aunque se tiene la idea de que las construcciones ecológicas son más caras, esto no es así. El diseño y la construcción de estructuras verdes cuestan aproximadamente lo mismo que la de otros tipos de edificios. Y, en caso de ser más caros, a la larga se ahorra mucho dinero en energía y mantenimiento; por lo que con el tiempo se sale ganando. Además de que las casas verdes necesitan menos mantenimiento. Por ejemplo, la mayoría de los edificios verdes que existen actualmente no requieren pintura exterior tan a menudo.
Como puedes darte cuenta, la utilización de construcciones verdes tienen demasiadas ventajas tanto para ti (monetariamente) como para el ambiente. Esta temática será tendencia dentro de muy años más y porque no empezar desde ahora.