Tal es el interés hoy en día de
implementar cuestiones ambientales a las estrategias empresariales que varias
empresas ya manejan una imagen más verde y ecológica.
Una estrategia ambiental es aquella
que busca mitigar los efectos sobre el medio ambiente como lo son el
agotamiento de los recursos naturales, acumulación y emisión de residuos, los
efectos del uso de materiales no saludables, etc. Las empresas adoptan objetivos,
motivaciones y valores ambientales, esto con la finalidad de que estas mismas
se conviertan en estrategias defensivas y proactivas.
Los distintos tipos de estrategia ambiental
que podemos encontrar en las empresas son:
- Hiperactiva (definimos la agenda): Esta estrategia se basa en que proteger el medio ambiente constituye una necesidad para le empresa, ya que genera nuevas oportunidades y ventajas competitivas. La ventaja de una estrategia hiperactiva es que la empresa va más allá, influyendo en el cuidado del ambiente en su beneficio.
- Proactiva (vamos por delante): Las empresas que adoptan esta estrategia tratan de anticiparse a las nuevas regulaciones y adoptan tecnologías ambientales para ir más allá de lo que la regulación ambiental exige, esto debido a que consideran que los problemas ambientales son una responsabilidad propia y que son una amenaza para su propia existencia.
- Reactiva (obedecemos la ley): Las empresas que tienen esta estrategia no perciben las cuestiones ambientales como oportunidades de negocio, si no son vistas como costes adicionales que deben minimizarse. También reaccionan sólo ante la presión de autoridades públicas o de actores sociales como por ejemplo clientes.
- Seguidora (nos adoptamos a la nueva situación): Una empresa seguidora es aquella que no introduce innovaciones ni esfuerzos para cambiar las regulaciones ambientales, solo lleva a cabo actuaciones cuando se lo exige la regulación como por ejemplo para evitar sanciones, pérdida de mercado o de competitividad.
- Inactiva (no tenemos problemas): Aquí las empresas niegan que existan problemas ambientales dentro de su empresa y que las medidas que toman son suficientes para solucionar el problema. No actúan cuando surgen nuevos desafíos de tipo ambiental.
Por lo tanto, las estrategias dependen
de la percepción de las cuestiones ambientales que se tienen dentro de cada una
de las empresas, y tu empresa ¿Qué tipo de estrategia ambiental le quedaría?